Dietas de adelgazamiento para perder peso
Dietas de adelgazamiento para perder peso
La obesidad es un exceso de acumulación de grasa en el organismo, superior a un veinticinco por ciento en los hombres y un treinta y tres por ciento para las mujeres.
La ubicación de este exceso de grasa puede suponer un factor de peligro de cara al desarrollo de otro género de enfermedades.

Dietas de adelgazamiento para perder peso
Concretamente la grasa del abdomen, común en el hombre y en la mujer en fase menopaúsica, puede favorecer el desarrollo de hiperglucemia (niveles altos de azúcar en sangre), hipertensión y perturbaciones en los niveles de colesterol y triglicéridos.
LEER NOTA COMPLETAPor norma general las personas obesas con respecto a las que no lo son tienen un peligro mayor de padecer enfermedades cardiovasculares, insuficiencia cardiaca y respiratoria, diabetes mellitus, hipertensión arterial, cálculos biliares y cáncer de colon entre otras muchas.
Para adelgazar, hay que tomar en consideración múltiples factores
El sobrepeso o bien la obesidad no solo dependen de lo que comemos sino más bien de muchos otros factores como el ejercicio físico, el agobio, la microbiota intestinal (vegetación bacteriana del intestino), factores socioeconómicos o bien el ambiente obesogénico que nos circunda.
Está claro que tener exceso de grasa en nuestro cuerpo no es solo cuestión de lo que comemos.
Tomar conciencia de cuáles son los factores que afectan a cada persona deja abordar mejor la prevención y el tratamiento de la obesidad.
El ambiente no favorece perder peso
La incidencia de sobrepeso y obesidad tanto en adultos como pequeños no para de medrar.
Cada vez hay más personas que lo padecen y semeja que esta tendencia no vaya a mudar en el futuro próximo.
Vivimos en un ambiente obesogénico, esto es, en un entorno donde hay un sinnúmero de factores que, sin darnos cuenta, nos aproximan al sobrepeso y la obesidad condicionando nuestro modo de comer y nuestra movilidad.
¿Y cuáles son estos factores?
El 1tipo de comestibles que invaden los supermercados, con una alta densidad energética ricos en azúcares y grasas no saludables, la 2publicidad y la mercadotecnia que nos envuelve y nos alienta a adquirir ciertos productos, el 3entorno social, la 4automatización de las labores familiares o bien la 5disponibilidad de vehículos que dismuyen nuestra actividad física.
Concretamente la publicidad es un enorme condicionante sobre nuestro modo de comer.
La industria alimenticia aprovecha esta publicidad en T.V., radio, prensa o bien otro género de campañas para bombardearnos con información que condiciona nuestras resoluciones a la hora del ocupar el carrito de la compra.
PERDER UNOS KILOS
¿Te has planteado perder peso?
¿Has probado diferentes dietas en los últimos tiempos?
¿Acostumbras a recobrar el peso perdido o bien aun más?
¿Te hallas en un instante en que no sabes qué comer?
Lo primero es tener claro cuál/cuáles son tus objetivos pues eso te va a ayudar a dar sentido a cuanto hagas.
Deseas perder peso, mas, ¿para qué exactamente?
Puede haber motivos de salud (progresar mis niveles de colesterol, regular la presión arterial, eludir futuros problemas médicos, reducir el dolor de las articulaciones…), estéticos (sentirme mejor, verme más delgada, ponerme la ropa que ahora no me cabe) o bien de otro tipo como apreciar aprender a comer sano, prosperar tu nutrición y la de tu familia, sentirte más ágil…
Pon en marcha este proyecto de la mano de un dietista, un profesional que va a poder comprender tu situación y ofrecerte una solución amoldada a tus necesidades.
Te vas a sentir acompañada, resolverás tus dudas, y sobre todo, no vas a poner en riesgo tu salud.
Si precisas adelgazar unos veinte kilogramos te invito a que te marques pequeñas metas.
Compáralo con una escalera, donde cada escalón que subas va a suponer una pérdida de tres-cinco kilogramos y un paso más cara tu objetivo final.
¡Empieza el cambio!
Ya tienes claro que deseas perder peso y sabes cuáles son los motivos por los cuales lo haces.
Llega el instante de hacer cambios, aprender y salir de tu zona de confort.
Tus costumbres y tus hábitos actuales hacen que tu peso aumente, y con esto el peligro de padecer problemas médicos.
Olvídate de los regímenes de tendencia que prometen milagros.
Precisas, no solo perder peso, sino más bien progresar tu relación con el alimento, saber cuáles son tus fallos y, de qué manera prosperar tus hábitos.
Lo primero, “Para comer sano debes adquirir sano”.
Haz una lista de todo cuanto precisas.
Puedes adquirir en internet o en los mercados y tiendas de tu distrito.
Procura ser leal al mismo sitio, te van a conocer y te van a ofrecer lo que más te es conveniente.
Te invito a dividir la adquisición en:
Adquiere mensual con todo lo que tiene una larga caducidad. Aceite, leche, bebida vegetal, arroz, pasta, bolsas de frutos secos, conservas, legumbres y productos congelados.
Adquiere bisemanal eminentemente de carne y pescado que puedes preparar en raciones y congelar.
Adquiere semanal de los productos frescos y más caducos como la fruta y la verdura.
Haz que la adquisición sea variada.
No cojas siempre y en toda circunstancia exactamente el mismo pescado o bien exactamente la misma verdura.
Eso crea monotonía.
Aprovecha los productos de temporada y ten presente los costos y ofertas.
No caigas en el fallo de adquirir refrescos, bollería o bien helados por si acaso viene alguien a tu casa o bien para tener para los pequeños.
Son productos insalubres para ti y lógicamente para tus hijos. Si lo tienes en casa en muy posible que termines cayendo en la tentación.
Ya tienes la adquisición, ahora toca organizar las comidas y cenas de la semana.
Si te planeas vas a comer mejor y más variado.
Una inversión de treinta minutos te va a hacer más simple la semana.
Aun puedes acordar las comidas con tu pareja y también hijos. Toma como referencia ciertas ideas que te damos (propuesta menú de Laia).
Cambia tus platos probando recetas nuevas.
Aprender a comer y perder peso no es vivir a base de pollo y lechuga. Existen muchas opciones que te van a hacer descubrir comestibles nuevos, cambiar, y sobre todo gozar.
Comida sana y actividad física, las claves para adelgazar
La obesidad es el resultado de muchos factores, y uno de ellos es el ejercicio físico.
Cada vez nos movemos menos.
Trabajos de oficina que nos sostienen en una silla a lo largo de ocho horas, desplazamientos en vehículo o bien motocicleta, avances en tecnología que nos acomodan (lavaplatos, aspirador), falta de tiempo y la vagancia de movernos.
¿Alguna vez has hecho la prueba de ver cuantos pasos haces al día?
Hazlo y te sorprenderás.
Y lo peor es que, a veces el fin de semana lo pasamos en el sofá por el hecho de que deseamos reposar.
¿De qué forma distanciarte del sedentarismo?
Aprovecha los desplazamientos para pasear o bien ir en bicicleta, coge las escaleras en casa, el trabajo y el metro, bájate una o bien 2 paradas ya antes de tu destino y termina el recorrido caminando. dos días por semana practica algún deporte o bien actividad que te guste como clases de baile, senderismo, paseos en bicicleta el fin de semana o bien un curso de natación.
El ejercicio va a hacer que te halles mejor física y psicológicamente y va a ser una ayuda para tu objetivo de perder peso.
Cuídate sin abandonar a tu vida social
Cuidar tu nutrición para perder peso no significa dejar a un lado la vida social que compartes con tu familia y amigos.
Si consideras que lo mejor es quedarte en casa y decir que no a las propuestas que tengas de salir y gozar te confundes.
Eso no es sustentable en el tiempo y puede causarte tristeza, desánimo y ansiedad.
Debes aprender a gozar sin poner en riesgo tu objetivo.
Escoger las opciones más saludables que tengas a tu alcance, moderar las cantidades, saber decir “no” sin temor y no caer en el fallo de compensar los excesos con ayunos o bien otro género de conductas.
Mudar tu comportamiento en este género de situaciones te va a ayudar a sostener un peso saludable a lo largo de más tiempo.
Que nada estropee tu objetivo
Las emociones están muy vinculadas con de qué manera comemos.
La tristeza, la dicha, el agobio, la ansiedad o bien el tedio pueden hacer que te refugies en el alimento como tu válvula de escape consumiendo en mayor medida comestibles grasos y ricos en azúcar, picar entre horas o bien tener atracones perdiendo el control.
Semeja que la solución es fácil, no hacerlo. Aun tu familia te va a haber dicho alguna vez “si sabes que precisas perder peso, deja de picar”.
Tú asimismo lo tienes claro, la teoría te la sabes mas llevarlo a la práctica resulta muy complicado.
En este sentido es esencial cuidar el sueño durmiendo mínimo siete-ocho horas al día, hacer deporte, aplicar técnicas de relajación como yoga y llevar una vida lo más ordenada posible con horarios regulares y las comidas planeadas.